La década de 2020 en España estuvo profundamente marcada por la pandemia de COVID-19 (2020-2022), que paralizó el país con confinamientos estrictos, dejando un saldo de miles de muertos y una economía al borde del colapso, rescatada parcialmente por los fondos europeos NextGeneration. Políticamente, el gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos, liderado por Pedro Sánchez, navegó un escenario de polarización extrema, con el auge de Vox y tensiones con el PP. La gestión de la pandemia fue criticada por retrasos en la vacunación y medidas inconsistentes, mientras eventos como la erupción volcánica de La Palma (2021) y la inflación disparada tras la invasión rusa de Ucrania (2022) agravaron la percepción de inestabilidad. Casos de corrupción empañaron la legislatura, destacando el caso Koldo (2024), que implicó al exministro José Luis Ábalos en supuestas comisiones por contratos de mascarillas durante la pandemia, y las investigaciones sobre la esposa de Sánchez, Begoña Gómez, acusada de tráfico de influencias en 2024, alimentando críticas de opacidad y favoritismo. A pesar de avances legislativos como la ley de eutanasia (2021) y la ley trans (2023), la percepción de un gobierno corrupto y cuestionado por su gestión marcó la opinión pública, con las elecciones generales de 2023 reafirmando la coalición en un contexto de división. Socialmente, el teletrabajo transformó la vida urbana, pero desigualdades, inflación y el envejecimiento poblacional acentuaron tensiones, con movimientos feministas y LGTB+ manteniendo presión por derechos. Cultural y artísticamente, la digitalización dominó con series como Veneno (2020), música urbana de C. Tangana y Rosalía, y arte influido por inteligencia artificial, mientras festivales recuperaron terreno post-pandemia, reflejando una sociedad en busca de identidad en tiempos de crisis.
En Sevilla, la política local, bajo la presidencia de Juan Manuel Moreno (PP) en la Junta de Andalucía, priorizó la recuperación económica y el turismo tras el impacto devastador de la pandemia en el sector. La ciudad se benefició de los fondos europeos para proyectos de sostenibilidad, pero enfrentó críticas por la gestión de eventos masivos y la protección del patrimonio frente al turismo masivo. Socialmente, la resiliencia comunitaria se fortaleció en barrios como Triana, aunque el desempleo y la inflación afectaron especialmente a los jóvenes. Cultural y artísticamente, Sevilla abrazó la digitalización de tradiciones, con retransmisiones en streaming de eventos culturales y exposiciones en el CAAC que integraron arte contemporáneo con raíces andaluzas, mientras el flamenco mantuvo su relevancia global. En el ámbito deportivo, el Sevilla FC brilló con victorias en la Europa League en 2020 y 2023, consolidando su hegemonía europea, mientras el Real Betis conquistó la Copa del Rey en 2022, un hito que desató celebraciones masivas; los derbis sevillanos siguieron siendo un reflejo de la pasión dividida de la ciudad.
Las hermandades y cofradías enfrentaron un desafío sin precedentes con la suspensión de la Semana Santa en 2020 y 2021 debido a la pandemia, un hecho histórico que rompió siglos de tradición. El regreso en 2022, con estrictos protocolos sanitarios, marcó un renacimiento emocional, reforzando el rol espiritual y caritativo de las cofradías en un contexto de crisis social. Hasta 2025, las hermandades han adoptado la digitalización, con retransmisiones en línea y apps para costaleros, mientras promueven sostenibilidad en las procesiones, como en la Semana Santa de 2025 (13-20 de abril), manteniendo su esencia devocional en un mundo cada vez más conectado.