La década de 2000 en España comenzó con el gobierno de Aznar (PP) promoviendo crecimiento económico a través de la burbuja inmobiliaria y la entrada en el euro (2002), pero estuvo marcada por los atentados del 11-M en 2004, que llevaron al triunfo del PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero, quien impulsó reformas progresistas como el matrimonio igualitario (2005) y la Ley de Memoria Histórica (2007), aunque terminó con la crisis financiera de 2008 exacerbando desempleo. Políticamente, hubo tensiones territoriales con Cataluña y el fin de la tregua de ETA en 2006. Socialmente, la inmigración masiva diversificó la sociedad, con avances en igualdad de género y LGTB, pero la crisis trajo austeridad y emigración juvenil. Cultural y artísticamente, la globalización impulsó el cine con Almodóvar (Volver, 2006) y series como Cuéntame cómo pasó, música indie con Vetusta Morla y arte urbano influido por Banksy; la literatura exploró la memoria con autores como Almudena Grandes.
En Sevilla, la política local bajo alcaldes como Alfredo Sánchez Monteseirín (PSOE) enfocó la consolidación post-Expo con proyectos como el Metropol Parasol (2000s finales), promoviendo sostenibilidad. Socialmente, la inmigración diversa enriqueció la ciudad, aunque la crisis de 2008 aumentó desempleo y desigualdades en barrios periféricos. Cultural y artísticamente, festivales como el de Cine Europeo y arte contemporáneo en el CAAC florecieron, fusionando flamenco con electrónica. Deportivamente, el Sevilla FC vivió su era dorada ganando la UEFA Cup en 2006 y 2007, y la Supercopa de Europa en 2006, mientras el Real Betis conquistó la Copa del Rey en 2005, con derbis épicos que capturaron la pasión local.
Las cofradías se consolidaron como patrimonio inmaterial, con la Semana Santa atrayendo turismo internacional y mayor inclusión social, aunque eventos como la Madrugada de 2000 (con incidentes) llevaron a reformas en seguridad, reforzando su rol devocional y caritativo.